El llamado “Alligator Alcatraz” de James Uthmeier no es un plan serio; es un proyecto imprudente y apresurado que pone en riesgo vidas y recursos. Detener a inmigrantes en una pista aérea remota en los Everglades, sin un marco legal claro ni garantías de debido proceso, no tiene nada que ver con la seguridad, sino con generar miedo. Es un espectáculo político para llamar la atención en Washington, en lugar de atender los verdaderos intereses de nuestro estado y su gente.
Además, quieren financiarlo con fondos de FEMA, recursos destinados a prepararnos para huracanes y desastres naturales, especialmente en un estado como Florida. Y seamos claros: este proyecto no solo es irresponsable, es un plan apresurado envuelto en secretismo, aprovechando el uso de poderes de emergencia. No debería sorprendernos si algunos amigos bien conectados de Uthmeier terminan beneficiándose económicamente de esto.
En Florida necesitamos un liderazgo que respete la ley, proteja los derechos de las personas y se enfoque en la verdadera seguridad pública, no en arreglos políticos ni tácticas de miedo.